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Un tesoro invaluable

Háblame

¡Wow! ¡Este libro es genial!

Un día caluroso de verano, un viajero tocó sediento a la puerta de una choza y pidió un vaso de agua. Una mujer, rodeada de tres niños en harapos, le entregó lo solicitado. Su aspecto le reveló la miseria en la que vivían. Al alejarse, el viajero dijo a media voz: —Si solo supieran qué tesoro está escondido en su casa. La mujer quedó paralizada y pensativa. ¿Un tesoro?

Entonces empezó a buscar en toda la casa. Cierto día, cuando sacó algo de un armario, cayó un libro grande al piso. ¡Era una Biblia! Su mamá había escrito su nombre en la portada del libro y las palabras: “Más valioso que el oro” (Salmos 19:10). Muchos recuerdos de su juventud le invadieron. Se acordó de...

 

 

Mi primer trabajo fue como limpiador de chimeneas. Un día, mientras terminaba mi trabajo y solo me quedaba limpiar el cañón de la estufa, por accidente una tuerca de mariposa se me escapó de las manos y cayó en el balde de hollín. —No hay problema— pensé, ya que había visto exactamente dónde había caído. Busqué con los dedos en el hollín, pero fue inútil. Me molesté mucho, porque realmente quería terminar el trabajo y disfrutar del fin de semana.

De repente me vino a la mente la idea de orar y pedirle ayuda a Dios. Pero pensé: —¡No soy tonto! He visto que ha caído en el balde, bajo una capa de hollín de unos...

Un agente de negocios en Nueva York había robado mucho dinero a su empresa. La mala conciencia le torturaba y se imaginaba la vergüenza que le esperaría si alguien se diera cuenta. Para distraerse trabajaba cada día muchas horas y en las noches iba a diferentes lugares buscando entretenimiento. Así pasaba el tiempo…

Un golpe duro

Cierta mañana, mientras vivía en un hotel en Chicago, quiso limpiar su cuchilla de afeitar y no encontró ningún papel para hacerlo. Entonces arrancó sin pensar una hoja de la pequeña Biblia que se encontraba en la habitación. Mientras limpiaba la cuchilla de afeitar, leyó la siguiente...

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